Delphi Automotive Systems España cerrará mañana martes, de manera oficial, su factoría de Puerto Real, cinco meses después de anunciar su cierre y de plantear el despido de toda la plantilla, y cinco meses después de una movilización social y laboral, casi sin precedentes en la provincia de Cádiz, que ha llevado a las administraciones públicas locales, provinciales,autonómicas y estatales a adoptar medidas para paliar un agujero laboral en la Bahía de más de 1.800 puestos de trabajo. Este cerrojazo a las instalaciones de la multinacional, que forman parte de los activos que han sido entregados por la empresa para que sean gestionados por la Junta para favorecer el mantenimiento de la actividad industrial en la Bahía, no será del todo real hasta que no se aclare el futuro de un grupo de trabajadores de varias empresas auxiliares que actualmente mantienen una pugna laboral con sus empresas y con la Junta, que insiste en que forman parte del grupo sobre el que se va a aplicar el plan social firmado con la multinacional, o éstos desistan de su intención de mantener su campamento dentro de las instalaciones de Delphi, iniciativa, que por otro lado, formaba parte del calendario de movilizaciones que había aprobado el comité de empresa para presionar en sus reivindicaciones. Así, los trabajadores de la plantilla, que consideran compañeros de “tajo” a este colectivo de hombres y mujeres de las empresas auxiliares que también luchan por su futuro laboral, ya han anunciado su intención de no firmar los finiquitos de sus contratos, lo queimpediría a la Delegación Provincial de Empleo de la Junta iniciar la tramitación de los expedientes de desempleo, que estaba previsto se iniciasen a los dos o tres días de la firma de estos finiquitos. El cierre de la planta de Puerto Real es el final de una triste trayectoria, al menos en los últimos cuatro años, de Expedientes de Regulación de Empleo, tres en cuatro años, y de prejubilaciones y bajas incentivadas, que ha supuesto un goteo de pérdidas de puestos de trabajo en Delphi. No se trata ya de los 1.816 empleos que se pierden con la marcha de la multinacional norteamericana. Sino que a esos casi dos millares de puestos se les suman los más de 600 que se perdieron, desde 2003, por el camino hasta desembocar en el cierre final. A partir de mañana martes, el futuro laboral de los 1.816 trabajadores está en manos de la Junta de Andalucía, que deberá articular, como ya ha anunciado y se ha comprometido con los trabajadores, planes de formación y a atraer empresas a la Bahía, para que asuman a parte de estos trabajadores, y para que aquellos que no se puedan incorporar a las nuevas empresas cuenten con formación laboral para poder optar a un puesto de trabajo competitivo en alguna otra empresa de la Bahía
