Así lo denuncia la Asociación de Autores del Carnaval de Cádiz, cuyo presidente, Paco Cárdenas, explica que "en este mundo, como en todos, existe la picaresca. Los propios autores gaditanos no sabían, hasta hace apenas unos años, que registrando sus obras tenían derecho a lo que establece la ley". La SGAE no exige ninguna prueba de la autoría de una obra para permitir su registro y comenzar a cobrar por ella.
Cárdenas aclara, además, que cuando nació la Asociación de Autores del Carnaval de Cádiz y se puso en conocimiento de los compositores la situación, empezaron a proliferar las demandas.
El caso más sonado de esta picaresca fue el cobro que se realizaba por "Qué bonito está mi Cai", que había sido registrado por alguien que no era el autor, cuando la obra pertenecía Pepe Requeté.