Desde el sector de hostelería tenemos que empezar a plantar cara a estos abusos, sin perder de vista en ningún momento el único interés que debe movilizarnos, el de la clase trabajadora, porque las diferencias entre nativos o de fuera las ha inventado la patronal, con el consentimiento estatal, para llevar a cabo lo que se denomina la ley de la oferta y la demanda. Esta división nos perjudica a todos, sin dejar de hacer la observación de que las personas, con permiso de residencia o no, tienen una problemática añadida que es el desarraigo social, y la esclavitud que supone depender toda tu vida de un trabajo precario para residir en los países de acogida.
Al compañero Jorge le deben las cotizaciones a la seguridad social, finiquito, ultimo mes trabajado, y su dignidad ya que al haberse defendido de la actitud de los dueños por no tener que aguantar más humillaciones de índole xenófobo, por no tener que aguantar las jornadas de hasta 13 horas diarias y por no tener que aguantar comida en mal estado y encima escasa, fue despedido sin más.
Desde el sindicato de Oficios Varios de CNT, intentamos en un principio solucionar este conflicto por la vía del dialogo, emplazando a los propietarios a pagar lo que le debían al compañero, y nos encontramos con actitudes misóginas y machistas hacia las compañeras, además de insultos y formas más propias de la etapa de Neanderthal.
A' CASA LUSITANA PAGA LO QUE DEBES