domingo, 27 de enero de 2008

La presión sobre las hipotecas dispara las denuncias de los bancos por impagos


Érase una vez una hipoteca sobre una vivienda que había costado 150.000 euros. Corría el mes de septiembre de 2005 y su precio era de 580 euros al mes. Por aquel entonces, el Euríbor, el rey de todo el sistema financiero, estaba al 2,2%. Dos años después, la misma hipoteca había envejecido y pasó a costar 850 euros. La única diferencia entre una fecha y la otra es que el Euríbor había decidido endurecer el interés al que prestaba su dinero hasta el 4,7%.

La hipoteca no tiene la culpa, pero imaginen que el préstamo vivía en una casa cuyos ingresos se limitaran a los de un mileurista, que también habrá tenido que afrontar los incrementos del 7% en el precio de los alimentos o del 15% en el de los combustibles. Su sueldo, en el mejor de los casos, no habrá engordado más de un 4%. Imposible pagar la hipoteca, ¿verdad? Pues al cuarto mes que no se afronte la letra, el banco llevará el caso a los tribunales y empezará lo que en el lenguaje jurídico se llama ejecución hipotecaria y que, entre otras muchas soluciones, puede acabar en un embargo de la casa y con la subasta del inmueble para que la entidad prestamista recupere el dinero perdido. Sin llegar a los límites más traumáticos, la estadística refleja que esta provincia ha registrado una inusual apertura de esas ejecuciones hipotecarias de dos años a esta parte.

A 31 de diciembre de 2007, los tres grandes juzgados de instrucción de lo civil en la provincia (los de Jerez, El Puerto y Cádiz) habían iniciado 260 procedimientos por un impago continuado de hipotecas. Un año antes, y en los mismos partidos judiciales, la cifra se había quedado en 212, con lo que en apenas 12 meses se incrementó el número de expedientes abiertos en nada menos que un 22,64%. Y el caso más señalado desde un punto de vista absoluto es precisamente Jerez, ya que más de dos terceras partes del total de ejecuciones de esta pequeña muestra se han ingresado en los juzgados jerezanos. Entre enero y diciembre de 2007 las entidades denunciaron 172 casos, un 13% más que los 152 del año anterior, según los datos facilitados por el Juzgado decano de la ciudad. Después, y sin salir de los números completos para seguir un orden de prioridades, El Puerto ha pasado de gestionar 38 impagos recurrentes en 2006 a afrontar 54 (un incremento del 42%).

Primeros síntomas

Partiendo siempre de los datos proporcionados por los respectivos juzgados más veteranos de cada municipio, Cádiz es la tercera gran ciudad estudiada en cuanto a la acción judicial sobre los créditos y donde menos procesos judiciales se abren por no abonar la letra de la vivienda habitual: sólo 22 en 2006 por los 34 de 2007 (un 54% más).

Sólo estos tres municipios suman aproximadamente la mitad de los casos que se suelen estudiar en los juzgados de toda la provincia cada año.

Sin embargo, para el conjunto del territorio provincial aún no hay datos cerrados de 2007, aunque el Consejo General del Poder Judicial sí ha publicado las cifras de 2006, que marcaban la tendencia que se cumpliría un año más tarde. Ya entonces, las alarmas empezaban a parpadear. Tanto que entre las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2005 y las del año siguiente la cifra se elevó en un 18,5%. En números redondos, a finales de 2005 se habían contabilizado 367 procesos de impagos a los bancos; un año más tarde, la cifra había ascendido hasta los 435. El año siguiente, como demuestran los datos parciales Jerez, El Puerto y Cádiz, sería aún peor (el Euríbor terminó aquel ejercicio en el 3,9%, es decir, unas siete décimas por debajo de como estaba en el pasado diciembre).

El Instituto Andaluz de Estudios Financieros ya se lo veía venir en septiembre, cuando predijo que 439.000 familias andaluzas tendrían problemas para llegar a final de mes. Aunque la hipoteca es siempre «lo último que se deja de pagar», según el coordinador del organismo, Ángel Yagüe, las cifras a las que se ha llegado en el pago de la hipotecas no auguraban nada bueno. Sus cálculos fijaban entonces en 1.258 euros brutos al mes lo que cobraba un andaluz medio, por los 661 euros de media que costaba una hipoteca. Septiembre no fue cualquier mes. Fue entonces cuando el rey Euríbor batió su récord de la década.