martes, 9 de octubre de 2007
Tres heridos, uno de ellos grave, tras un incendio en Interquisa
Tres heridos, uno de ellos grave, se produjeron en la madrugada de ayer, aproximadamente a las 2.45 horas, tras declararse un incendio en un silo de almacenamiento por una fuga de ácido isoftálico, en la empresa Interquisa.
El incidente se originó, según informó el Consorcio Provincial de Bomberos, cuyos efectivos acudieron desde Guadacorte a la fábrica junto a personal de servicio contra incendios de Cepsa, cuando los trabajadores estaban manipulando el producto para sacarlo del silo. Este producto mantiene en suspensión sus partículas menos pesadas (un polvo similar al talco), que con el aire como comburente crea lo que se denomina una atmósfera explosiva. Es aquí cuando se produce una deflagración que origina el incendio que afecta, tanto al producto como al silo (cables eléctricos, sacos, lonas).
El trabajador más afectado, con un 60% del cuerpo con quemaduras de segundo grado, de unos 40 años de edad y residente en Algeciras tuvo que ser trasladado a la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Otro de los heridos, de unos 30 años de edad y natural de La Línea, sufre quemaduras en las manos, al intentar apagar el fuego de su compañero y permanece ingresado en el hospital Punta Europa de Algeciras. En cuanto al tercero, sufrió un cuadro de ansiedad y no tuvo que ser ingresado. La compañía Cepsa informó que cuando se produjo el incidente se pusieron en marcha los sistemas de seguridad contra incendios, que funcionaron correctamente. Además, avisaron inmediatamente al Centro de Coordinación de Emergencias de la Junta y hasta la planta se desplazaron responsables de la Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil. Los bomberos utilizaron 720.000 litros de agua y en media hora consiguieron sofocar el fuego, aunque las labores de refrigeración se prolongaron durante 4 horas mas. La cercanía, a pocos metros, de un depósito de ácido acético, un producto inflamable, intensificó el aporte de agua lanzados mediante monitoras -cañones para lanzar el agua-, y el ritmo de trabajo para enfriar la zona afectada