jueves, 25 de octubre de 2007
Otro accidente laboral. Herido de gravedad al caer al vacío desde un segundo piso.
La siniestralidad laboral sigue dando sustos en la provincia de Cádiz y en la jornada de ayer se produjo otro accidente en la capital, donde un obrero se precipitó hasta el suelo en las obras que se están acometiendo en el Hospital de San Juan de Dios para convertirlo en una residencia geriátrica.
El accidente se produjo sobre las doce del mediodía y, según narró a este periódico el compañero que se encontraba justamente al lado, mientras tomaba una tila temblando del susto en el bar situado enfrente del hospital, se encontraban recogiendo escayola en el referido piso del edificio cuando un tragaluz del suelo, que se encontraba cubierto a causa de las obras, se vino abajo como consecuencia del peso del obrero siniestrado, que estaba pisando sobre él.
Según el relato del compañero, que responde a las iniciales de M. G., el obrero tuvo relativa suerte, porque bajo el cristal que no soportó el peso había un techo de escayola que también se hizo añicos en la caída pero que, en todo caso, pudo amortiguar un poco el golpe que recibió el joven cuando se precipitó sobre el rasante.
Los servicios de emergencia no han querido facilitar ni el nombre ni las iniciales del obrero siniestrado. Sin embargo, según el compañero de trabajo que pudo entrevistar este periódico, tendría una edad más o menos idéntica a la suya. Esto es, entre veintiún y veintidós años y es vecino de El Puerto.
El Hospital de San Juan de Dios, propiedad de la Hermandad de la Santa Caridad, está siendo ahora remodelado para su explotación como residencia geriátrica por el Obispado de Cádiz, que ha obtenido una concesión sobre el mismo de setenta y cinco años después de que la empresa especializada en atención geriátrica, Lago de Arcos, decidiera desentenderse de este proyecto.
Nada ha trascendido aún sobre si el obrero contaba con medidas de seguridad o no en el momento del siniestro. El compañero, desde luego, aseguró que para una labor como la simple recogida de escombros y escayola sobre uno de los pisos del edificio, no iba equipado con arneses ni ninguna otra forma de sostén.
Hace apenas dos semanas que se produjo otro accidente similar en la capital gaditana. Pero en este caso resultó más alarmante si cabe, porque el obrero en cuestión trabajaba en situación irregular y la obra siniestrada contaba con algunas denuncias previas del vecindario.