El pasado sábado 14 de noviembre, compañerxs del Sindicato de Oficios
Varios Cádiz de la CNT-AIT, se concentraron a las puertas del Corte
Inglés situado en la capital gaditana. Se informó a viandantes, trabajadorxs y clientes de como esta empresa actúa contra lxs
compañerxs que participaron en la huelga del 29M.
Recordamos que el pasado 29 de marzo de 2012 tuvo lugar una huelga general en todo el estado español en respuesta a la reforma laboral impulsada ese mismo año por el gobierno y la patronal. En Barcelona se organizaron numerosos piquetes al margen de los sindicatos pactistas (CCOO y UGT) que prácticamente paralizaron algunos barrios, así como una gran manifestación por la tarde, en la que confluyeron multitud de luchas y asambleas libertarias, y que mantuvo un tono especialmente contundente. El resultado fue una jornada de lucha que desbordó el inmovilismo de los sindicatos oficiales y que puso de manifiesto la capacidad de respuesta de la Barcelona anticapitalista y revolucionaria.
Sin embargo, en el propio transcurso de la huelga, los políticos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, de la mano de los grandes medios de comunicación, se afanaron en condenar y criminalizar las protestas. Tildaron de violentos y antisistema a los participantes que optaron por mantenerse al margen de CCOO, UGT y otros sindicatos que, recordemos, utilizaban ese día como excusa para legitimar su estatus de subvenciones y privilegios dentro del movimiento obrero. En esta línea, la represión no se hizo esperar, y a las personas detenidas el propio día 29 se sumaron a posteriori muchas más, resultado de las investigaciones de la Brigada de Información de los Mossos d’Esquadra.
Uno de los detenidos es miembro de Acció Llibertària de Sants y de la CNT-AIT de Barcelona. Está acusado de daños y desórdenes públicos, y se le pide una pena de prisión de cinco años, más el pago conjunto, con otro compañero detenido, de 8500 euros a El Corte Inglés en concepto de reponsabilidad civil. Desde ambas organizaciones hemos decidido lanzar una campaña a raíz de este caso con los siguientes objetivos:
1. Evidenciar la represión y persecución a las personas que participaron de forma activa en la huelga general, las cuales están siendo sometidas a juicios penales con peticiones de prisión y multas desorbitadas. En esta persecución tomaron especial parte la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona, a través de sus representantes políticos y sus cuerpos policiales, que llegaron a decir que los huelguistas éramos “ratas que nos escondíamos en cuevas y en cloacas”. Queremos evidenciar la función represiva de estas instituciones, independientemente de quien las gobierne.
2. Señalar empresas como El Corte Inglés, que no contentos con generar condiciones laborales miserables, pretenden participar en el castigo a los que se rebelan contra ellas. En el caso de nuestro compañero junto a otro detenido se les exige el pago de 8500 euros, como reparación del supuesto daño que causaron a la empresa. Por supuesto nos hemos negado a pagar tal concepto. En este sentido, hemos elaborado una campaña de boicot a El Corte Inglés para que se concozcan la realidad laboral de esta empresa así como para exigirles que renuncien al cobro de la responsabilidad civil impuesta a los huelguistas.
3. Generar un debate sobre el modo en que los movimientos revolucionarios afrontamos los procesos penales. Desde nuestro punto de vista debemos apostar más por asumir las consecuencias represivas de nuestra acción de una forma colectiva, no generando grupos de apoyo individuales. En esta línea, creemos que son las organizaciones y asambleas quienes deben marcar la línea política de las acciones antirrepresivas, y como consecuencia debemos mantener unos mínimos de coherencia a la hora de enfrentarnos a un juzgado al cual, como anarquistas que somos, no otorgamos ningún tipo de legitimidad.
4. Por último, nos gustaría reivindicar la huelga como herramienta de lucha esencialmente confrontativa. Ante la criminalización, la represión y los intentos por parte de algunas organizaciones de convertir la huelga en una mera reivindicación pacífica e inocua, nosotros queremos reivindicar los piquetes, los sabotajes, los cortes de carretera, la paralización de las ciudades, y, a fin de cuentas, la lucha, como el verdadero sentido irrenunciable de cualquier día de huelga.
Sin más que añadir, desear que la campaña que estamos realizando sea de provecho a las personas dignas y luchadoras, y anime a más gente a salir a la calle y a organizarse en el trabajo. A ver si para la próxima huelga general conseguimos que el capitalismo tiemble.