Por las 30 horas de jornada laboral
Sin reducción de salario y sin aumento
de productividad
Por el reparto del trabajo, por el
reparto de la riqueza
30 horas semanales de jornada laboral,
he aquí una reivindicación histórica de nuestro sindicato que
hoy, quizás más que en ningún otro momento de nuestra historia
reciente, se hace urgente y oportuna.
Así pues, estamos en un país con más
de 5 millones de parados. Esta cifra, más arriba o más
abajo, sobretodo refleja un paro estructural, no pasajero,
constante, con el fin de disciplinarnos y de
que aceptemos condiciones de trabajo cada vez más
precarias con tal de no perecer. De estos parados gran
parte de los cuales están en la pobreza relativa al agotar
lasmiserables compensaciones económicas con que el estado
español se ríe de nosotros al pretender restaurarnos con algo que
en realidad es nuestro. De otra parte están los trabajadores
en activo cada vez más precarizadose indefensos y una vida cada
vez más deteriorada, reforma laboral tras reforma laboral. En
definitiva estamos en un país que, por contraposición, las
grandes empresas, digan lo que digan, no dejan de
ganar, donde el estado sigue subvencionando obscenamente a
la Iglesia, dando prebendas a la clase política y sindical, y
aquellas a los que viven de hacernos creer que lo cambiarán todo
para que en realidad se mantenga todo igual, siempre con el
apoyo de las empresas de comunicación, por poner algunos
ejemplos hirientes.
30 horas semanales sin reducción de
salario, sin reducción de derechos, sin horas extras, sin
destajos, sin aumento de la edad de jubilación, ésa es
nuestra exigencia. Y lo exigimos porque es la forma directa
de terminar con el paro, porque pedir las 30 horas es pedir
el reparto del trabajo y la riqueza, es pedir justicia social.
No olvidemos que el trabajo asalariado
es la forma moderna de esclavitud. Las 30 horas no han de ser
una reivindicación aislada sino el camino para liberarnos del
salario que configuran un tiempo y una vida que no es nuestra. Un
paso adelante para reivindicarnos como personas y reapropiarnos
de nuestras vidas, así como un revulsivo que ponga en marcha el
apoyo mutuo y la solidaridad en la sociedad del egoísmo, la
irresponsabilidad y la competitividad.
No será mendigando lo que nos
pertenece en manifestaciones-paseos ni con huelgas-pantomimas de un
día como conseguiremos salir de la pobre vida en la que nos han
metido, sino siendo conscientes de nuestra fuerza y de lo justo
de nuestra reivindicaciones, exigiendo y arrebatando aquellos que nos
han robado los derechos que nos pertenecen por ser lo que somos,
personas. Y nuestras herramientas son, hoy como ayer, la acción
directa, el apoyo mutuo, la solidaridad, la huelga ..., para
cambiar de raíz este mundo de patrones.
Con el deseo y la pelea de aquellos que
eran como nosotros, trabajadores, ayudados de la solidaridad y
la acción directa, sin intermediarios que tradujeran sus voces,
lograron conquistar la jornada de 8 horas, aunque nuestra
memoria histórica sea débil y aún están trabajando para que lo
sea más y más.
Llegaron a más y demostraron de forma
tan convincente, ingeniosa y comprensible cómo el trabajo, el
tiempo liberado y la riqueza socialmente producida pueden ser
redistribuidos, los problemas horarios disminuidos o incluso
abolidos, los espacios de autonomía ensanchados en una
gran diversidad de formas en función de las necesidades, de los
deseos, de las elecciones de cada uno; en resumen, cómo lo
necesario puede hacerse deseable y lo deseable, factible.
Las cosas claras: nuestra economía no
está en crisis, nuestra economía es la crisis; el trabajo no es lo
que falta, el trabajo es lo que sobra, lo que falta es igualdad y
reparto de la riqueza.
NO DESESPERES COMPAÑERX.
SALGAMOS A
LA CALLE Y DEMOSTREMOS QUE NO TODO ESTA
PERDIDO PORQUE...
¿QUIÉN
IBA A PENSAR DESDE LO ALTO DEL COLISEO QUE EL