Voluntarios, trepas y otras yerbas de
la selva política
La súbita existencia de un filón
electoral sin estructura ni ideología está agitando las aguas de la
izquierda. Políticos en paro y aspirantes de nuevo cuño debaten
hasta la extenuación como preservar el “espíritu” de Podemos
entre dos peligros existentes, según ellos; asambleas manipuladas
por “militantes viejos” que no asumen prácticas de democracia
interna, y el desembarco de trepas secundados por camarillas que
pretenden encabezar el movimiento una vez emprendido “quemando” a
la gente que lo inició.
Este experimento político cuenta con
alguna superestructura, apoyada en cobertura mediática que ha
permitido emerger la figura de Pablo “I´ve got the power”
Iglesias. Su sólida preparación como profesor de Ciencias políticas
le ha permitido imponerse sin contemplaciones a cuanto periodista y
politiquillo le ha tosido en sus comparecencias televisivas, lanzar
sin despeinarse la coleta una estrategia inédita; ya que Podemos no
puede crear una estructura que le permita presentar candidaturas
municipales con un mínimo de coherencia, optan por no presentarse y
animar a sus simpatizantes a participar en candidaturas alternativas.
Simple, pero efectivo, Los denominados
“paracaidistas” son enviados a trepar a otra parte, los
ayuntamientos, cuyo asalto por candidaturas improvisadas tiene
ciertos visos de éxito siguiendo la iniciativa de Ada Colau, Guanyem
Barcelona. Una fiebre municipalista se extiende por la izquierda
peninsular. Se avecina una vuelta de tortilla, y los aspirantes a
trincar algún despojo empiezan a arremolinarse.
Por nuestra parte, los
anarco-sindicalistas vemos con escepticismo la vía política para
conseguir mejoras en nuestras vidas, pero a quien lo quiera intentar
no se lo vamos a impedir. Es más, nos están haciendo un favor, pues
la plaga de trepas, mangantes y vividores que están intentando vivir
del sindicalismo y que todavía asolan las estructuras de la CNT se
ha visto superada en mucho por la nueva izquierda, que hasta va a
crear un sindicato. La estrategia reformista de copar estructuras
para forzar convergencias en las que poner en venta la CNT a cambio
de suculentos beneficios se ha visto caducada. Nadie compra etiquetas
gastadas y arrastradas por el fango.
A los anarco-sindicalistas nos queda
mucho por limpiar en casa antes de dar lecciones a nadie. Y en eso estamos, en lucha sin
cuartel contra los trepas, politiquillos, corruptos y demás
mangantes que inevitablemente pretenden medrar en organizaciones
obreras. Ahora los mandamos a trepar a Podemos, que para eso es una
convergencia interclasista con el propósito manifiesto de reemplazar
a la Casta, y por tanto reemplazar a la actual élite extractiva.
Corruptos vocacionales no les van a faltar.
Los pasos recientes del equipo de Pablo
conforman una estructura stalinista caída del cielo con comité
central, red decisoria de 80 miembros, y los demás a participar en
asambleas virtuales ad infinitum adorando al encumbrado líder
filósofo.
Al nuevo del PSOE no le ha quedado más
remedio que hacerse notar de alguna manera, y ha ordenado a sus
eurodiputados que no voten por Juncker para la comisión europea,
aunque era el consensuado por el PPSOE europeo, y esta ha sido su
estrategia durante años. Pero el nuevo amo del chiringo coge el
teléfono y obliga a sus eurodiputados a hacer un papelón para dar
un golpe de efecto que contrarreste su presencia en consejo de
administración de Bankia.
La súbita politización de Ada Colau
le permite ascender al Olimpo de la nueva izquierda, donde hasta ahora reinaba Pablo en
solitario. A pesar del olímpico ayuntamiento, el precedente más
claro no son los dioses del Olimpo, sino el gobierno de la secta
pitagórica en Síbaris. Al final, los sibaritas mataron a palos a
Pitágoras y sus secuaces, que eran unos pejigueras y unos
aprovechados. A quienes quieren participar en instituciones, les
recordamos las palabras de Fermín Salvochea; no se puede esperar
nada de la política. Nada bueno, claro está.
Extraído de la publicación mensual
Cádiz Libertaria Nº50 Agosto 2014