jueves, 26 de junio de 2008

El plan de ajuste de Imperial Tobacco elimina 236 empleos de Altadis en Cádiz


La planta andaluza, víctima del 28% de los 830 puestos recortados en España, quedará mermada hasta sólo 65 trabajadores · El grupo británico cierra la factoría de Alicante y concentra su producción en Logroño y Cantabria.
Los presagios más agoreros se cumplieron ayer para los trabajadores de Altadis. Imperial Tobacco, el grupo en el que quedó integrada en enero la antigua Tabacalera, presentó ayer un duro plan de reestructuración que incluye la supresión de 2.440 empleos en Europa, 830 de ellos en España -de los cuales 236 pertenecen a la plantilla de Cádiz- y 1.060 en Francia. El reajuste incluye el cierre de seis fábricas de las 58 que integran el área de producción de Altadis, una de ellas la de cigarrillos negros en Alicante.

La reducción de la plantilla de Cádiz, dedicada al proceso primario de tratamiento del tabaco para la elaboración de cigarrillos rubios, supone el 28,4% de todos los que serán eliminados tras la integración de Altadis en Imperial Tobacco. En el centro permanecerán sólo 65 trabajadores como medida para "ajustar la producción a la demanda".

Las otras cinco plantas que cerrará Imperial Tobacco, además de la española, son las de cigarros de Bristol (Reino Unido) y Estrasburgo (Francia), la de picadura de tabaco de Metz (Francia, la de cigarrillos de Berlín (Alemania) y la de Eslovaquia.

Imperial Tobacco cerrará así el próximo año dos de las tres plantas del centro industrial tabaquero de Cádiz y mantendrá sólo la producción de tabaco expandido y actividades logísticas en el almacén ubicado en el recinto exterior de Zona Franca y, por lo tanto, beneficiado de las exenciones fiscales aduaneras. Como si de un flash de futuro se tratara, la fábrica estaba ayer vacía. Es la sexta bocanada de la planta gaditana en los últimos quince años: un expediente cada tres años. La periodicidad, como manillas del reloj, ha golpeado fatalmente al centro gaditano: el último ERE fue en 2005.

Estamos en 2008 y el recorte emprendido por Imperial no será uno más. La previsión de la compañía es eliminar 226 empleos de los 291 actuales. Solamente 65 trabajadores permanecerán en el centro a partir de 2010 porque el 31 de diciembre de 2009 deberá salir el resto. Las desvinculaciones seguirán las pautas del último ERE, de forma que serán prejubilados los mayores de 52 años (198 trabajadores) con algo más de un 60% de su salario actual y otros 28 podrán acogerse a bajas incentivadas (hasta alcanzar la edad de jubilación) o traslados a otros centros.

La reestructuración en España incluye además la supresión de las redundancias existentes en las funciones corporativas, centrales y administrativas, lo que afectará a unos 140 empleados, y la optimización de la red comercial en las áreas de marketing y ventas, con unos 170 empleados afectados.